Mucho tiempo había pasado desde la ultima vez que probo bocado, pese a esto, su instinto de supervivencia lo acompañaba a cualquier lugar a donde iba.
Diestro en el arte del camuflaje y del sigilo, cuidadosamente siguió a su presa por un par de horas, esperando impacientemente el momento justo para atacar, era la ultima oportunidad de alimentar a su progenie, aunque sabia que esto podía costarle la vida.
No se dio cuenta en que momento su presa no mas valiente que él se percato que hacia tiempo era acechado.
El ambiente se torno frío, pesado el soplo del viento, el halo triste del ocaso comenzaba a vislumbrarse como profetizando una desgracia.
Era el momento de manifestarse, y como una ráfaga de viento rápidamente se abalanzo hacia lo que era su ultima esperanza, la víctima esquivo audazmente cada ataque, sabía que no tenia opción, si osaba huir, el cazador lo encontraría, no podía darse el lujo de mostrarle su vulnerabilidad, tenía que luchar.
La presa comenzó esquivando los ataques, quizá tratando de cansar un poco al tenaz cazador, pero no podía continuar con esa táctica pues pronto empezó a cansarse él también.
Así duro la encarnizada pelea por un corto periodo, que se convirtió en eternidad en la mente de ambos; Nuestra víctima, cansada del incierto juego, decidió terminar con esta situación desgastante y por mas, insoportable, había que definir el futuro de cualquiera de los dos.
Por fin, sin dar tiempo a que nuestro cazador reaccionara, la extenuada víctima propino un par de acertados ataques que no dieron oportunidad alguna de ser esquivados.
El tiempo se congelo por un segundo para él quien había sido cazador, toda su vida paso por su mente en ese lapso, incluso, pudo recordar el rostro de sus hermanos al momento de nacer, vio claro sus primeras lecciones, y supo en ese instante que no tendría que preocuparse mas por intentar sobrevivir.
Era tarde, el sol se había ocultado por completo, un ambiente hostil seguía rodeando la habitación, no mucho tiempo había pasado, y la que en un corto periodo había sido presa, salía ahora triunfante de aquel recinto con el cuerpo del cazador entre sus manos...
...y así, después de la sangrienta y violenta muerte de su mas grande oponente, el cuerpo inerte del mosquito, fue tirado en el bote de la basura
el cuerpo inerte del mosquito, fue tirado en el bote de la basura
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