martes, 17 de octubre de 2023

Graciela

Ella no me quería, pero no lo supe hasta años después de que murió.  


Bueno, es mentira, lo supe siempre, pero de saberlo a aceptarlo hay un trecho muy prolongado. 

¿Como no iba ella a quererme caramba? ¡Si todos me querían!… 

Bueno no, en realidad todos deberían quererme pero del “deber” al “hacer” también hay un camino muy lejano. 


La cuestión es que ella, siendo tan amable y tan profunda, con la boca rebosante de palabras y enseñanzas, con un corazón tan empatico, y una mente analítica para la poesía, la prosa y la composición, esa profetisa del sentimiento oculto bajo las letras de todos: pues no me quería. 


Dejé de escribir, o de intentar escribir, por que para ella todo lo que yo creaba jamás era suficiente. 


Sigue practicando me decía, así que me fui. 


Pasaron años pero una buena mañana, (o quizá era de noche la verdad no me acuerdo), lo entendí, yo iba por la vida como en un campo floreado y en mi afán de agradarle escribía de amargura y de pesar, ósea, de cosas que yo no conocía. Supe entonces por qué no me quería, yo representaba eso contra lo que ella luchaba, mi vida no había sido dura para ganarme su respeto y ella podía verlo en mis ojos, ella era lucha, era historia, era cicatrices yo la admiraba y la quería y no comprendía por qué el sentimiento no era recíproco y me dolía al grado que abandone las letras que en primera instancia me acercaron a ella. 


Era tan bonito tenerla cerca, como una madre y una maestra, un oráculo al cual yo no estaba lista para comprender, no creo que ella quisiera que yo la quisiera, pero la quería. 


Ahora que han pasado los años y he sufrido un poco la comprendo mejor, no la culpo por no quererme, la verdad si yo fuera ella, en ese momento tampoco me querría.  


Ya no busco en mi memoria  su mirada aprobatoria al terminar un cuento, decidí que rosas o grises con que me gusten a mi es más que suficiente.  

Pero una parte de mi alma la extraña, y quisiera decirle: maestra mía léame ahora que he sufrido, ya no somos tan distintas.

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